El Personal Branding o marca personal,
se trata de considerarse a uno mismo como una marca y como tal es necesario
trabajar sobre ella, construirla, transmitirla, protegerla a fin de generar
relaciones sociales y profesionales, de esa forma se pretende conseguir
identificar y comunicar aquello que te hace valioso, útil y fiable para que te
perciban como la persona o profesional con quién merece la pena estar o
trabajar.
Siempre dejamos una huella, aunque sea
en un ámbito pequeño como el de tu comunidad de vecinos o el de los clientes
que van a tu negocio, puesto que lo que una persona proyecta a sus clientes o
proveedores influye en el propio negocio. Si la empresa cuenta con empleados y
directivos que saben construir y gestionar bien su marca personal la compañía
también saldrá beneficiada; las empresas las forman personas y éstas con sus
marcas personales también conforman la marca de una empresa.
Lo importante no es lo que dices que
eres sino la huella, la marca que dejas en otros. Por lo tanto, para que los
profesionales triunfemos en un mundo cada vez más competitivo y cambiante,
hemos de ser eficaces desarrollando una marca propia. En otras palabras,
debemos descubrir: ¿Quiénes somos? ¿Qué sabemos hacer? ¿Qué ofrecemos?, ¿Qué
necesidades satisfacemos? ¿Cómo mostramos todo eso al mundo exterior?, etc.
El objetivo final de una marca,
personal o comercial, es exactamente ese: que consideren que eres la mejor opción
y que finalmente te elijan. Tener una marca personal bien situada y valorada aumenta
las posibilidades de éxito en situaciones en las que debes ser escogido entre
varias opciones.
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