En Cajamarca, lugar donde estaba prisionero el Inca Atahualpa desde 15 de noviembre de 1532 hasta su muerte, se reunían los capitanes Hernando de Soto, Juan de Rada, Francisco de Chaves, Blas de Atienza y el tesorero Riquelme y otros más, y se reunían todas las tardes con el propósito de jugar ajedrez.
En una tarde ajedrecista de Hernando de Soto y Riquelme, en el momento que Hernando de Soto iba a mover el caballo, el Inca lo detuvo diciéndole en voz baja: No, Capitán, no.. ¡el castillo!, Hernando, obedeció a la voz del Inca, y luego de pocas jugadas más, Riquelme estaba en mate. La intromisión del inca le costaría la vida. De los 24 jueces convocados por Pizarro, se le condenó por 13 votos contra 11. Riquelme firmó por su muerte, y así fue condenado a muerte el Inca. (Extraído de Los incas ajedrecistas de Ricardo Palma)
El cronista Cieza de León escribió sobre el soberano: “cuentan grandes cosas, los españoles de este Atao Huallpa (Atahualpa) porque sabía ya jugar el ajedrez”. También, Huamán Poma hace mención a la afición ajedrecista del Inca.
Fuente: Viajero Perú Huaral
No hay comentarios.:
Publicar un comentario