Walter Isaacson conoce bastante bien cómo funcionan las cabezas de los genios. Es el biógrafo de Steve Jobs, Einstein o Benjamin Franklin, entre otros, y por tanto una voz autorizada para el tema que tratamos.
Aunque las mentes de los grandes genios se caracterizan principalmente por su singularidad, analizando la obra de Walter Isaacson se pueden extraer una serie de rasgos comunes a las cabezas e ideas de las mentes más prodigiosas del planeta.
Reconozcámoslo, no somos genios, pero quizá nuestros negocios vayan mejor si nos aplicamos estos atributos. Estos son, según explica el portal americaeconomia, los cinco rasgos comunes a los grandes genios:
Pasión por la perfección: la principal cualidad de estos prodigiosos cerebros no es su inteligencia, según señala Isaacson. Su principal cualidad y lo que más les diferencia del resto de los mortales es su pasión por la perfección, su preocupación por los pequeños detalles.
"Una de esas diferencias es que genios, como Jobs por ejemplo, son extremadamente perfeccionistas. Un artista verdadero se preocupa hasta de los detalles que nadie ve. Si quiere crear una empresa que sobreviva a todo, enfóquese en hacer buenos productos", asegura Isaacson.
Amantes de lo simple: un ejemplo claro para mostrar este rasgo es, de nuevo, Steve Jobs. Los productos de Apple tienen una característica que los diferencia de la competencia y es la simpleza de su diseño y de la manera de utilizarlo. "No me lo muestren a menos que pueda hacerlo en tres clicks", decía Jobs.
Creer en los que te rodean: Isaacson asegura que Jobs "podía ser un imbécil dentro del ambiente laboral, pero tenía a su alrededor personas extremadamente confiables, porque conseguiría llevarlos hasta un nivel de excelencia jamás imaginado por ellos".
Para hacer un equipo que funcione de una manera mecánica y eficaz, el líder tiene que tener la confianza del equipo y viceversa. Si el encargado de dirigir la empresa no puede confiar en su equipo, el trabajo no saldrá adelante.
Desafían a otros genios : la capacidad de ser diferente, de pensar fuera de la caja, es lo que hace especiales a los genios. Al pensar de esta manera, las mentes más prodigiosas deben compararse con los más destacados del mundo.
Esto mismo es aplicable a nuestra empresa. Debemos hacer el esfuerzo de compararnos con lo mejor de la competencia para conseguir mejorar y aumentar nuestro rendimiento hasta el máximo.
Apreciar la diversidad: la tolerancia, la humildad y la habilidad para saber escuchar las opiniones de los otros son fundamentales para llevar bien un equipo. Los grandes genios saben mucho sobre esto, asegura Isaacson. El mundo es diversidad, y los grandes genios deben saber comprender el mundo, aunque a su manera.
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