viernes, 29 de agosto de 2014

¿Cómo afecta nuestra canción favorita a nuestro cerebro?



¿Por qué nuestra canción favorita la aprendemos a toda prisa y no nos cansa escucharla una y otra vez? ¿Por qué las canciones que más nos gustan son aquellas que escuchamos durante nuestra adolescencia? Un estudio publicado en Scientific Reports lo revela.


La respuesta a la primera pregunta es que nuestra canción favorita, que ya sea un rap o una pieza clásica se comporta de la misma manera, va directa a nuestro cerebro y activa las zonas del placer. Se sabe que una pieza de música que nos puede dar escalofríos activa los mismos circuitos cerebrales que otras conductas causantes de placer.

Por esto, tendemos a escucharla una y otra vez, mientras que algo que no nos gusta activa otras zonas del cerebro, por las que no tendremos la necesidad de escucharlo de nuevo.

La memoria musical está estrechamente ligada a la emotiva. Por ello ciertas canciones se quedan impresas en nuestro cerebro porque nos recuerdan una experiencia afectiva inolvidable. Cuando escuchamos nuestra música preferida, no creamos nuevos recuerdos, sino que nuestro cerebro aprovecha los viejos recuerdos y emociones que nos transmite.



Según un estudio de los investigadores del Instituto neurológico canadiense de Montreal publicado en 'Nature Neuroscience', las canciones favoritas estimulan las zonas del cerebro responsables de la producción de dopamina, serotonina y oxitocina, neurotransmisores que nos evocan una sensación de placer.

La razón por la que las canciones que más nos gustan son aquellas que escuchamos durante nuestra adolescencia es que el cerebro y las hormonas están al máximo nivel a esas edades, según este estudio.

 "...al escuchar nuestra musica favorita, no estamos creando nuevos recuerdos. Más bien, estamos aprovechando recuerdos y viejas emociones"

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